Hace poco se
celebró uno de los días festivos más importantes de los Estados Unidos – El 4
de Julio, que conmemora la independencia de los Estados Unidos de América.
Después de un día
tan especial, en el que todos los que vivimos en este país, ciudadanos,
residentes o naturalizados, deberíamos sentir unidad en una nación que nos ha
acogido, los días seguidos a tan magna celebración, han generado una tensión
que se exacerba cada vez que un Afroamericano muere a manos de un oficial de
policía.
Martes 5 de Julio
– La muerte de Alton Sterling, un Afroamericano que vendía CDs y DVDs ‘piratas’
en las afueras de un almacén a manos de la policía en Baton Rouge, Louisiana,
desató una movilización multitudinaria. Un video en redes sociales mostraba a
dos policías tratando de controlar a Sterling contra el pavimento y tal vez lo
que despierta la indignación es que aparentemente el sujeto en cuestión ya
había sido neutralizado cuando se escucharon los disparos que acabaron con su
vida. Según versiones de la policía, Sterling estaba armado en el momento de la
confrontación – El caso está bajo investigación.
Miércoles 6 de
Julio – Lo que debió ser una multa normal por tener una luz rota en el auto
desencadenó en un incidente que terminó con la muerte de Philando Castile, otro
Afroamericano que agonizaba mientras su novia filmaba sus últimos minutos de
vida y su hija de cuatro años presenciaba la horrenda escena y mientras el
oficial de policía apuntaba su arma hacia Castile y levantaba su voz con
entonación nerviosa “le dije que levantara sus manos”. La mujer que publicó el
video en redes sociales aducía que su novio lo único que pretendía era sacar la
billetera de la parte posterior de su pantalón. Castile no tenía record
criminal y era trabajador en la cafetería de una escuela, en el momento del
suceso portaba un revolver con su respectiva licencia para portarlo – El caso
está bajo investigación.
Foto: shqiptari.eu |
Jueves 7 de Julio
– Mientras se realizaba una marcha convocada por el movimiento Black Lives Matter en Dallas, en la que
repudiaban pacíficamente los hechos previamente descritos, Cinco policías
fueron asesinados y otros siete heridos por un francotirador (se investiga si
hubo más de un francotirador). El homicida, un Afroamericano, veterano de
guerra que sirvió en la guerra de Afganistán y que fue abatido por medio de un
robot que detonó un artefacto explosivo después de horas de negociación.
El Debate –
Quienes defienden las actuaciones de los policías en los diferentes incidentes
dicen que la mayor cantidad de delitos son cometidos por Afroamericanos e
Hispanos y por consiguiente son más propensos a ser receptores de esta clase de
errores de los policías. Otros más radicales dicen que ante la más mínima
sospecha de retaliación por parte de la persona (algún movimiento que insinúe
que la persona tomara un arma), el policía debe disparar y que es la vida del
sospechoso o la del policía.
Por otra parte,
quienes protestan por la brutalidad policial lo hacen trayendo al debate
estadísticas que demuestran que hay un comportamiento sistemático y que los
policías tienen actuaciones diferentes dependiendo la raza o el color de piel
de sus detenidos.
Por ejemplo,
varios estudios realizados en los Estados Unidos revelan que los afroamericanos
tienen un 30% más de probabilidad en ser detenidos en sus autos que los de raza
blanca. Después de ser detenidos, los Afroamericanos y los Hispanos son tres
veces más propensos a ser registrados que los de raza blanca. En 2015, los
Afroamericanos fueron impactados con armas de fuego por parte de la policía dos
veces más en comparación con los blancos.
A todo este
debate se le suma el hecho de estar Ad Portas a unas elecciones flagradas de
una marcada polarización entre quienes apoyan a Hillary Clinton y quienes
apoyan a Donald Trump. Dichos candidatos tratarán de sacar el mayor rédito
posible en busca de convertir sus posiciones en votos.
Como si fuera
poco, el presidente Obama había dicho en un discurso después de la muerte de
los dos Afroamericanos el martes y el miércoles, que claramente había una situación
sistemática en contra de las minorías en Estados Unidos, lo cual puede
traducirse en animar a extremistas a hacer justicia por su propia cuenta.
Si sumamos todos
estos ingredientes, el resultado es lo que hoy estamos viviendo, un ambiente de
división, el mismo que tenemos que acabar, pero lo acabaremos con soluciones,
con medidas que envíen un mensaje de confianza.
Me llama la
atención que en el video de Philando Castile, su novia filmaba con tranquilidad
lo que estaba sucediendo. Por el contrario, el policía gritaba mientras le
apuntaba a una persona que claramente estaba neutralizada después de cuatro
disparos. Algo similar sucedió en el caso de Aston Sterling, claramente los
policías no manejaron la situación de la mejor manera.
Lo anterior nos
lleva a pensar en algunas hipótesis tales como: el entrenamiento que están
recibiendo no es el adecuado, los exámenes de respuesta a situaciones bajo presión
no son rigurosos, entre otros.
Lo que si no podemos
hacer es tomar el camino de la división, Estados Unidos ya caminó esa senda
dolorosa en el pasado y debemos aunar esfuerzos en avanzar hacia un país en el
que sintamos confianza – Claramente, el camino ideal no es el de asesinar policías.
Foto: shqiptari.eu |
Creo que este
tema es más profundo, creo que tiene que ver con la pobreza, con la falta de
oportunidades, educación de calidad en los grupos más vulnerables de la
sociedad. Pienso que Estados Unidos tomó el rumbo equivocado de apartar a los
pobres y mantenerlos, pienso que los errores del pasado tarde que temprano se
tienen que pagar. La solución no es unir a los pobres en un solo lugar y
asistirlos con sus necesidades básicas sin pensar en un desarrollo integral que
los prepare para ser productivos en la sociedad. La mayoría de crímenes están relacionados
con personas que no caben en el sistema y no caben porque no pensaron en
integrarlos sino en mantenerlos.
"Lo que vivimos hoy es consecuencia de malas administraciones sociales, las prisiones están llenas de Afroamericanos e Hispanos, pero no hay un compromiso serio para educarlos y hacerlos parte de una sociedad pujante, los barrios en donde reina la pobreza también reina el abandono del gobierno.
Esto se le ha
salido de las manos a la policía, entre más detengan, encarcelen y judicialicen
a criminales, más van a aparecer quienes tomen sus lugares ya que la solución no
es solo ampliar las cárceles sino también las escuelas, las universidades, las
oportunidades para aquellos que históricamente han estado en desventaja con
respecto a quienes nunca fueron esclavos en este país o no tuvieron que emigrar
de sus países en busca de un mejor futuro y tener que enviar a
sus hijos a
escuelas donde las niñas quedan en embarazo a los 15 años o ya se han realizado
uno o varios abortos, donde tus hijos crecen viendo como sus amigos venden y
consumen drogas hasta que de tanto convivir en ese ambiente terminan haciendo
parte de los millones de jóvenes que se convertirán en criminales y que
terminarán en una cárcel o en una morgue. Cabe resaltar que ni Alton Sterling
ni Philando Castile habían cometido un crimen que les mereciera morir, sus únicos
“delitos” fueron hacer parte de una población a la que los demás ven como
culpables por sospecha.
Esto tiene que
parar, lo preocupante es que los políticos toman el debate para sacar provecho
de él y no para ir al fondo del problema: El gobierno cada día les da más la
espalda a las minorías.
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