La Guajira es comienzo de mi belleza y corona de mi atuendo. los vientos de los Océanos Pacifico y Atlántico convergen y la braveza de sus aguas se humillan ante la tunante expresión de mis ojos. Soy exuberante, mi gente es alegre y de semblante jocoso. Dicen que soy la más feliz entre las mujeres. Sin embargo, soy obstinada; ¡ Oh que diera por no serlo ! Mi obstinación me ha llevado a aceptar la injusticia, la desigualdad, la corrupción, la malicia, el fraude, la doble moral, la trampa, la ambición, la codicia, el machismo, la discriminación, el maltrato.... Mis dotes exuberantes compensan mis iniquidades, aunque muchos no se quieren acercar, para otros represento un paraíso terrenal. He sido terca por resistirme a cambiar mi idiosincrasia, me gusta la trampa pero no lo reconozco, me gusta culpabilizar a los demás de mis errores-lo cual multiplica mi maldad, me gusta escoger unas veces al macho valiente que arregle los problemas a las patadas y demuestre su hombr