Por Mauricio Duarte Mantilla |
La base de toda sociedad es el respeto hacia los demás pero eso no se ve en Colombia, un país en el que la vida no se respeta y en el que hay micrófonos que también asesinan la honra y el buen nombre de las personas - Cuando se reclama exigiendo respeto, se cierran los lentes de las cámaras y se duermen las plumas de los diarios, como si fuera una guerra entre quienes son dueños de la noticia y sus protagonistas.
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Por estos días el tema del acoso cibernético o ciberacoso ha tomado mucha fuerza. Especialmente aquellos que están expuestos a la luz pública, han visto como son objeto de toda clase de burlas por haber cometido un error en la conducción de un debate o una entrevista al aire. De una manera casi sincronizada y gracias a la rapidez que ofrece la red, miles de comentarios ofensivos en plataformas tales como Twitter o Facebook, se han hecho presente abriendo un debate que se debe tener en cuenta.
Las redes sociales están llenas de cientos de fotos distorsionadas con mensajes burlescos que incluso y en muchos casos vienen acompañadas de palabras soeces atentando contra la integridad emocional y psicológica de la persona.
¿Pero qué sucede cuando el periodista es aquel que incita al matoneo?
Ya hemos visto a periodistas promoviendo campañas para combatir el ciber-acoso (#NoAlCiberAcoso). Sin embargo, el poder que tienen los medios para influir en los criterios de las personas es muy grande. Por lo anterior, es extremadamente peligroso para una sociedad cuando quienes incitan al odio y despiertan la indignación en contra de las personas son los mismos que llevan los hilos de las comunicaciones en nuestro país.
Hago claridad que reprocho totalmente el matoneo del cual han sido objeto periodistas como Vicky Dávila pero también pienso en la integridad emocional de sus entrevistados o quienes han sido objeto de sus provocaciones.
Entrevista a Director de Aeronáutica Civil, Gustavo Lenis:
https://www.youtube.com/watch?v=1f0DRhJR0YY
"Usted no nos puede salir con esta payasada que me está saliendo aquí en la FM"
"¿Entonces a quién le preguntamos, a mi mamá?"
Frases como estas, despiertan la indignación en unos radioescuchas que sienten solidaridad hacia aquel que está siendo atacado de esta manera, lo cual genera todo el matoneo que hemos visto en las redes sociales, tanto lo uno como lo otro debe ser reprochable.
Los periodistas tienen responsabilidad social de informar y tratar bien a sus entrevistados, infortunadamente lo que los espectadores sentimos es que cuando alguien llama a ciertas emisoras o atiende a una entrevista en algunos programas de televisión, se encuentran con una emboscada de preguntas malintencionadas y juicios a priori.
Muchos se escandalizaron cuando mostraron un video editado de la señora María Luisa Piraquive en una reunión privada diciendo que un discapacitado no podía predicar y se generaron un sinnúmero de atropellos contra MIRA y los creyentes de la IDMJI. En el video completo a quien realiza la pregunta le falta un dedo y ella le dice "a usted lo puso a predicar Dios, Dios es quien hace el llamamiento" - Pero pasar el video completo no hubiera generado la indignación que sí generó el fragmento editado. Llegaron a decir que dicha congregación religiosa lavaba dinero del narcotráfico y que tenía nexos con bandas criminales.
Después de un exhaustivo y minucioso rastreo por parte de la Fiscalía, se determinó que ni la IDMJI había lavado dinero ni tenía nexos con bandas criminales. Sin embargo, periodistas como Dávila usaron sus cuentas en las redes sociales para PROMOVER EL ODIO y exacerbar los ánimos de aquellos que sintieron una forma de demostrar su inconformidad con insultos, despidos en empleos de aquellos que militan en MIRA, matoneo en las escuelas a los niños por tener padres que asisten a dicha congregación y daños a los locales representados en ruptura de vidrios y grafitis homofóbicos.
Cuando vemos a Natalia Springer poniendo a una líder religiosa a la altura del peor asesino de la historia, es claro que eso es motivar a la gente al matoneo, al odio y a la discriminación. Ahora rasgan sus vestidos por ser objeto de matoneo cuando ellos son los que tienen el poder de comunicar y usan sus miles de seguidores como plataforma para expandir sus irresponsables juicios.
El Ciberacoso debe acabar pero también debe acabar el periodismo irresponsable ya que la libertad de expresión debe ir acompañada de responsabilidad social.
Ese mismo acoso que sintió Vicky Dávila con el hashtag #PregúnteleAlaMamádeVicky es el mismo acoso que sienten aquellos que han sufrido las consecuencias de su incitación al odio. Sí me parece perenterio un debate acerca del ciberacoso pero que también involucre a los periodistas que lo incitan - No puede ser que ahora que ellos son los afectados entonces ahora si ha ganado importancia el tema.
¿No será la doble moral que tienen aquellos que exigen libertad de expresión pero quieren atar las libertades de otros?
El desarrollo de un país no se mide sólo con niveles económicos, se mide con la cultura, el civismo, la igualdad, la inclusión de todos los actores de la sociedad. Si lo anterior no se alcanza, podemos decir que nuestra sociedad es retrógrada y terminaremos excluyendo a aquellos que tienen inclinaciones sexuales, religiosas, filosóficas y/o políticas diferentes a las de la mayoría. Una verdadera democracia debe incluir y garantizar el bienestar de las minorías y no propender por su desaparición.
La base de toda sociedad es el respeto hacia los demás pero eso no se ve en Colombia, un país en el que la vida no se respeta y en el que hay micrófonos que también asesinan la honra y el buen nombre de las personas - Cuando se reclama exigiendo respeto se cierran los lentes de las cámaras y se duermen las plumas de los diarios, como si fuera una guerra entre quienes son dueños de la noticia y sus protagonistas.
Bien lo dijo Juan Gossain: "Manipulación consentida no es manipulación, es complicidad" Los medios no se pueden alejar de la verdad y deben informar sin sesgos. No haber registrado ni una noticia de la marcha pacífica que los seguidores de MIRA y la IDMJI realizaron, en la que más de 300.000 personas salieron a las calles de Bogotá exigiendo respeto es una muestra de una prensa desorientada que perdió su norte y decidió qué informar y qué no.
Ya muchos llamados "periodistas" dan sus puntos de vista en sus cuentas personales y moldean la forma como se deben entender los acontecimientos del país cuando lo más ético y profesional es informar y dejar que los ciudadanos sean los que se den a la tarea de crear sus propios juicios de valor.
Es muy reprochable que personas investigadas por algún ente de control sean crucificadas por muchos periodistas quienes los exiben a la luz pública como culpables sin respetarles sus debidos procesos legales - Maltratando el buen nombre y motivando a radioescuchas y televidentes a cercenar la honra en las redes sociales con miles de comentarios que van desde la burla hasta las amenazas de muerte.
Cabe hacer claridad que este artículo no está dirigido a generar matoneo en contra de los periodistas aquí mencionados sino que tiene su intención de generar respeto los unos por los otros y así poder tener la paz que tanto necesita nuestro país y que debe comenzar por aquellos que están llamados a dar ejemplo.
No podemos hablar de paz significando esta un cese en acciones bélicas cuanto el país no cesa sus acciones de odio y no respeta otras creencias o grupos poblacionales y peor cuando el periodismo se involucra en el detrimento a la honra de sus ciudadanos.
Fin del Blog.
A partir de este punto publicaré fotos de medios y periodistas que incitan al matoneo
Miles de seguidores ven la opinión sesgada y sin respeto que llama a la indignación de aquellos que atropellan las creencias de los demás.
Excelente comentario Dr.Duarte.comparto 100 %
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