En la actualidad Colombia cuenta con más de cinco millones de colombianos por fuera de sus fronteras, unos más retirados del país que otros. Por nuestra condición de colombianos la visita al consulado de nuestro país se hace necesaria para realizar trámites legales de toda índole. El tiempo que pasamos por fuera de nuestra Colombia y la lejanía de ella nos produce un sentimiento patriótico-nostálgico. Cuando vamos caminando por las calles de ciudades como Nueva York, faltando unos metros para ingresar al consulado general, vemos nuestra hermosa bandera y sus vivos colores amarillo, azul y rojo ondeando por los aires de la ciudad más poderosa del planeta y sentimos algo especial en el corazón. Infortunadamente, todo cambia cuando ingresamos al consulado. Quiero que sepan que estoy escribiendo con mucho disgusto. Desde el recibimiento en la puerta del consulado; que es de lo más desagradable (donde se siente uno mejor atendido en una galería o plaza de...